jueves, 27 de marzo de 2014

La romanización.

La romanización es el proceso por el que la cultura romana se implantó en la Península Ibérica. Los romanos llegaron a Hispania para combatir con los cartagineses, pero no para conquistar Cartago.
Además del interés militar, Roma quiere reconstruir el imperio económico griego y además en la Península hay abundantes materiales que no hay en Italia (oro, plata, cobre, madera, esparto...). La Península puede ceder miles de soldados al ejercito romano, a los que interesa dominar las zonas productoras de cereales para alimentar al ejercito.
Como consecuencia de la primera guerra púnica, en el año 226 a.C, Roma y Cartago firmaron un acuerdo para repartirse su influencia en el territorio de Hispania: Roma al norte del Ebro y Cartago al sur.
En el 218 a.C. los romanos desembarcaron en Ampurias.  La conquista duró doscientos años, tuvo lugar la adaptación del modo de vida romano, la romanización. Esto supuso un cambio en la lengua, la religión, el urbanismo, el comercio, las constumbres...
La cultura  romana tuvo mayor influencia en el sur y el sureste, por el contrario, los pueblos del Norte y del interior sufrieron una influencia mucho menor.
En conclusión, la romanización de Hispania fue un proceso lento, difícil y completo, aunque no llegó al norte todavía quedan huellas arquitectónicas, culturales a pesar de los siglos transcurridos y que pueden contemplarse en toda la península, algunos mejor conservados o restaurados y otros en su estado primitivo.

Fuente: http://mayores.uji.es/documentos/romanizacion.pdf

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